El yoga es una ciencia milenaria que se transmite de maestro a discípulo. La palabra yoga se refiere tanto al estado de iluminación o Samadhi* como al camino para llegar a él.
Muchos se refieren al yoga como un deporte, disciplina, filosofía… Pero al final el yoga es un estado del Ser, un estado de consciencia en el que aprendemos a observar la mente con sus creencias, pensamientos y patrones, con el objetivo de desidentificamos de todos estos productos de la mente. Y al desidentificarnos de nuestros pensamientos no nos apegamos a ellos, por lo tanto los dejarmos pasar sin que nos afecten tanto. Y así, poco a poco vamos reduciendo o controlando las fluctuaciones mentales hasta que, al final, nos damos cuenta de que ya somos Todo, que somos Uno con la existencia (acabamos con la ilusión de dualidad).
De este modo, mediante el yoga podemos recordar lo que ya somos, que no tenemos que luchar contra nada, ni cambiar nada, ni ser nada. Que ya Somos, somos perfectxs tal y como somos y porque la Vida nos ha hecho así.
Significado de yoga
La palabra Yoga significa unión, unión de la Conciencia Individual con la Conciencia Universal, Suprema. Pero, ¿cómo se traduce esto a un lenguaje más sencillo?
Como ya hemos dicho, con el yoga nos desidentificamos de los productos de la mente y vamos calmando las fluctuaciones mentales, hasta que nos dejamos de identificar con nuestro personaje y nos fundimos con la conciencia plena en el momento presente. Cuando llegamos a esa sensación de estar totalmente en el presente, sintiendo una dicha difícil de describir, es cuando nos sentimos en unión con el todo, cuando sabes lo que eres y que lo único que tienes que hacer es amar, a todo y a todos, sin esperar nada a cambio.
Caminos del yoga y Hatha Yoga
Tradicionalmente hay cuatro caminos para llegar al estado de Yoga: el Karma Yoga (camino de la acción desinteresada), Bhakti Yoga (camino de la devoción), Gñana Yoga (camino del conocimiento) y Raja Yoga (camino de la mente).
El Raja Yoga es el camino que intenta llegar al estado de Yoga mediante el análisis y la observación de la mente, para entender cómo funciona y así liberarnos de los apegos de la mente. Dentro de este camino hay multitud de sendas, como el Hatha Yoga, el Kundalini Yoga, Ashtanga, Vinyasa, Iyengar…
El Hatha Yoga es el yoga que intenta llegar a la mente a través del cuerpo. En el Hatha Yoga el cuerpo es nuestro laboratorio, y durante el tiempo que estamos en la esterilla intentamos tener consciencia plena del cuerpo y la mente, observando las sensaciones que surgen de las asanas (posturas) y de la respiración. Con la práctica consciente de las asanas nuestras fluctuaciones mentales se calman, nos es más fácil detectar la calidad de nuestros pensamientos, y sobretodo detectar el ego y no dejarnos llevar por él, para así poder trascenderlo y llegar a un estado superior de Consciencia.
Cómo es una clase de yoga
Por todo lo comentado, en la práctica de yoga no sólo son importantes las asanas (posturas), sino también nuestra actitud hacia nuestra práctica y nuestro cuerpo, y la capacidad de mantener la mente calmada y concentrada en el presente. Realizamos asanas (posturas cómodas y estables, sin forzar) prestando atención a la respiración, que será sutil, larga y profunda, para así poder llegar al estado de consciencia del yoga. Escucharemos al cuerpo en cada movimiento, tratándolo siempre con amor y respeto.
Asana significa “postura cómoda”, no “postura correcta”. Tenemos que poder realizar las posturas de forma cómoda para dejarnos llevar por la respiración, y lograr así que cese el flujo de pensamiento. Si no realizamos las posturas de forma cómoda tendremos el cuerpo en tensión, lo cual significa tensión en la mente.
Pero la magia realmente llega en la relajación y meditación final. Después de todo el ejercicio físico, de haber mobilizado toda la energía estancada del cuerpo, haberlo oxigenado bien, haber calmado las fluctuaciones de la mente, entonces llega el momento de sentarse y observar. Observar el presente, observar cómo vienen y van los pensamientos sin apegarse a ellos, observando la respiración, la breve pausa entre inhalación y exhalación, y entre exhalación e inhalación. Y en esa calma mental es más fácil vivenciar el estado de unión con el todo.
Extender el yoga a la vida diaria
En realidad, el trabajo del yoga tiene que llevarse más allá de la esterilla.
Es muy beneficioso intentar mantener esta postura de “observación de los pensamientos” también fuera de la esterilla. Al final nos damos cuenta que le damos demasiada importancia a los pensamientos, nos los creemos, y al final estos pensamientos acaban tiñendo nuestra percepción de realidad. Porque, piensa una cosa:
La realidad será la misma pienses lo que pienses.
Y para tí, ¿qué es el yoga? ¿lo practicas? Cuéntame en los comentarios.